Hermosa familia cósmica, hoy les escribo estas líneas muy feliz.  Primero que nada, les comparto los horóscopos como cada quincena, entregando siempre lo mejor de mí. Y en segunda, feliz de compartir mis bendiciones con ustedes, sobre todo porque mi nueva vuelta al sol, está a la vuelta de la esquina.

 

Recientemente, escribí en mi facebook un post reflexionando acerca de mi cumpleaños, donde les contaba que el año pasado pude celebrar al lado de mi hermosa familia y algunos amigos que amo y que compartieron mis locuras. Mi papá hasta fue a mi bar favorito en la ciudad. Tuve muchas celebraciones. Empecé con concierto de Gloria Trevi, luego concierto de Yuri en homenaje a mi mami, Lord of the dance, luego un bar y rematamos con el festival del mezcal en Tepotzotlán.
Celebré como si supiera que un año después, no haría nada.
Estoy a unos días de cumplir 37 años y me siento fabulosa. Libre, realizada. Estoy en constante construcción y reconstrucción de mi vida. Después de años y años de esfuerzos, carencias, sufrimientos, dolor y mucha pero mucha perseverancia, veo mis proyectos y misiones de vida florecer y no puedo estar más agradecida con el universo.
Muero por bailar, el encierro del 2020 ha sido un maestro Saturnino muy intenso. Todos hemos aprendido a mirar hacia dentro.
Personalmente, ocupe ese año para una reconstrucción total de mi misma. Me decidí a escuchar mi cuerpo, amarlo y cuidarlo más que nunca. Baje 14 kilos y todavía voy por más. Atendí un problema crónico de salud que me tenía mal desde mi adolescencia. Y me sorprendo de lo fuertes que somos. Antes no me daba cuenta lo mal que estaba, porque uno se acostumbra a vivir con dolor. Pensé que todos tenían migrañas como yo, dolores en la cara, infecciones en la nariz. Deje de prestarle atención y a normalizarlo. Y ahora que respiro bien, ni puedo explicarme cómo aguanté tantos años así.
Los 36 años, representan el 3er retorno de Júpiter. Y que bendecida he sido en mis procesos de sanación, que llegó a manos llenas. En un contexto social y colectivo de restricciones y aislamiento.
A mi venus en acuario, estar encerrada sin mi vida social, le ha costado mucho trabajo, pero por otro lado, todos mis planetas en Escorpio, están felices con las transformaciones profundas. Es un choque de dos mundos.
En esta última etapa del proceso destructivo que precede a los cumpleaños, quise tomarme un momento para compartir con mi familia cósmica, todo mi agradecimiento y mi amor.
Recordándoles que todo es temporal. Que estamos avanzando siempre, aunque a veces parezca que no es así. Que la esperanza, es aquello que nos mueve a resistir. Siempre debemos agarrarnos de la esperanza a los tiempos mejores. Que no olviden que el amor es el sustento universal de la existencia. El amor siempre es una respuesta.
Todos estamos cansados de lo que está pasando. Pero somos guerreros de luz. Que decidimos venir en estos tiempos para seguir abriendo conciencias. Para ser parte de la evolución cósmica. Sigan adelante. Sin dudas. Sin miedos. Estamos creciendo y madurar a veces duele, pero nos hace mejores.
A mis maestros de luz, les dedico mi existencia, mis experiencias espirituales, mis misiones de vida y les pido me sigan guiando mientras me aventuro a una nueva vuelta al sol.
Y aunque ahora no pueda celebrar a lo grande como me encanta, celebro con gratitud todo lo que fue, lo que es y lo que será.
Gracias a todos por ser parte de mi vida, eslabones que componen la cadena de misiones para la que nací. Les deseo que el universo los llene de inspiración para lograr escribir las historias de vida que siempre han deseado tener. Coraje para luchar por sus ideales y sueños.
Y que cuando entre a mis 37 vueltas al sol, lo haga con el pie derecho. Compartiendo mis bendiciones.
Gracias, gracias, gracias
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